Al llegar a Berna (capital de Suiza), fui a preguntar a la escuela que me había dicho Nex. Al preguntar por él, mi corazón se sintió en las nubes al saber que sí estaba estudiando ahí; por fin tenia una referencia de donde podría estar Lan, aunque Berna es una cuidad enorme, con muchísima gente que podría hablar alemás, francés, italiano o romanche, todos eran idiomas oficiales en ese país. Después de saber que podría encontrar a Lan, me atreví a indagar un poco más y le pregunté a la secretaría si me podía dar el número de algún teléfono donde pudiera dar con él, entonces la secretaría tomó todos mis datos: nombre, edad, lugar de procedencia, parentezco, etcétera. Después ella me garantizó que en el momento que lo pudieran contactar, le darían mi mensaje de que se comunicara conmigo en el número teléfonico del hotel donde me iba a quedar. Lógicamente, me la pasé todo el día en el hotel esperando que el teléfono sonara, no podía esperar para oir la voz de Lan, para volver a ver sus ojos llenos de luz, para volverlo a tener a mi lado, para recordar su aroma.
Para ya entrada la noche, no había recibido llamada alguna de él ni de nadie, me sentía un poco frustrada y triste pero seguía teniendo la esperanza de encontrarlo por lo que decidí comer una rica y ligera cena en mi cuarto para dormir y buscarlo al día siguiente. Yo seguía aún con mucho sueño cuando escucho sonar el teléfono a las 8:30 a.m., con mucho esfuerzo, logré contestar el teléfono en francés "¿Qui est?" pregunté pero casi me caigo de la cama cuando la voz del otro lado me dice "¿Mary?" ¡Esa era la voz de Lan!
Continuará...
No hay comentarios:
Publicar un comentario