Mientras me presentaba con la señora Ríos, llegan su esposo y su hijo; el señor Ríos y su Hijo Lan; el tenía un brilante cabello negro, unos ojos expresivos y una cara de ángel. Yo no conocía el nombre de ninguno de los vecinos en toda la recidencia, esperaba que esto fuera el comienzo de un cambio para acercarme a Lan. Después de una tarde conociéndonos en la casa de la señora Ríos, me sentí un poco extraña porque ni mi familia era tan cercana a nosotros como el sr. y la sra. Ríos, y su hijo Lan era muy guapo y agradable, por lo que opté por hacerme su amiga para que no creyera que lo acosaba, para así hacer que cayera en mis encantos.
Él siempre me sonreía y me trataba con mucha educación, era en verdad. muy simpático, su actitud era muy inocente, nada lo tomaba con malicia, definitivamente era diferente a todos los chicos que conocí.
Pasaron algunas semanas y notaba algo diferente en mi relación con Lan con respecto a la relación a la de mis compañeros de clase. Lan era la única persona con la que yo sentía la suficiente confianza para invitarlo a casa, mostrarle las canciones que había escrito, los libros que me habían hecho llorar y toda esa clase de cosas, tal vez le tenía tanta confianza porque él no era rico por herencia, como todos en mi residencia y en mi escuela, sino que su mamá había ganado un premio donde recibía mucho dinero mensualmente, por lo que podían darse un nuevo y mejor estilo de vida, pero sin perder su humildad, sí, eso es, humildad, una palabra que yo entendí en el momento que conocí a Lan y su familia.
Continuará... y esta historia comienza a oler a shojo ^^
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